¡Qué bonito!
Como juega conmigo esta mente retorcida
Me tiene de aquí para allá (todo el tiempo.)
Respiro, cierro mis ojos, TRATO de
recordar
Mis pupilas se retroalimentan, verde
esmeralda, otra vez
De hecho, el quehacer se ha vuelto rutina
Y sólo un día lo escolta; ¿qué será del
resto de esos días?
¿Qué haré con los pensamientos que nunca
concluyen?
Quisiera traer solo soluciones, para
todos. Va, es lo que todos quieren; ¿correcto? Y no me refiero a lo que los
otros esperan de mí, sino a lo que los seres humanos esperan de ellos mismos…
Estoy amordaza, maniatada. Pero parece que
me encanta perderme en mi filosofía.
Cada vez, el laberinto se hace más grande; y los hechos son sólo
palabras… Y a las palabras se las lleva el viento.
Me corresponde localizar mis pensamientos,
ponerles los pies sobre la tierra; pero entiendan, lleva un arduo trabajo
mental… . . .. . *